La Ética empresarial puesta al servicio de los negocios y de las organizaciones en general, puede ser el corazón del desarrollo de un sistema vivo como es una empresa u organización en general.  Esto, junto a una gestión moderna de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) representa un nuevo camino hacia el desarrollo sustentable de los negocios y de las relaciones con el medio.

Responsabilidad Social Corporativa en tela de juicio

Al iniciar el cuestionamiento algo más profundo del carácter instrumental que se ha realizado de la RSC, respecto del por qué una empresa realiza tales acciones, ¿será en búsqueda de reparar algo negativo que ha realizado?, ¿una suerte de expiación de culpas?, alguna respuestas posibles, o dicho de otra forma, las sospechas sobre las "conductas" de las empresas están bien documentados por Maria Olivia Monckeberg en "El Saqueo de los grupos económicos al estado chileno", o en el uso de estrategias para el lavado de imagen mediante las relaciones públicas superficiales descritos por Renato Garín en "El Lobby Feroz y la sociedad de las influencias" y finalmente la tensión clásica que se produce en la relación Empresa - Trabajador, Marx lo expresaba de la siguiente forma: "La relación inversa entre los salarios y el interés del capital y observará que, por regla general, el capitalista sólo podía aumentar sus ganancias con la baja de salarios y a la inversa". Estos son algunos ejemplos que hacen que no sea  sorpresa que la RSC sea mirada con desconfianza por parte de los usuarios, clientes y proveedores de las empresas, y se considere solo como otra maniobra de marketing.

La Ética empresarial en el centro del negocio.

Bastante de moda ha estado el concepto de ética empresarial, en algunos casos como acción proactiva, en otros como parte de una especie de expiación de "pecados". En cualquier caso creemos que esto configura un escenario más que propicio para la instalación definitiva de nuevos paradigmas de la Gestión Responsable del Negocio (GRN), como lo han definido los profesores Christian Cancino y Mario Morales.

La mayor generación de valor debe provenir de un adecuada y cuidada eficiencia en los procesos productivos y calidad de los productos, en definitiva de relaciones saludables con los grupos de interés (stakeholders), y no transferirlos directamente desde los empleados baja en la calidad de materias primas o incumplimiento con proveedores como se hace desde ciertas miradas actuales.

Poner el foco en una RSC genuinamente aplicada y gestionada por la organización, sin duda debe atender a una Gestión Responsable del Negocio, lo cual no es otra cosa que actuar de forma ética con los distintos grupos de intereses y con la sociedad en su totalidad. Una empresa que solo pretenda generar alguna acción de caridad o beneficencia hacia la sociedad, pero que contamina sistemáticamente el medio ambiente, no entrega condiciones laborales adecuadas a sus trabajadores o que en definitiva solo pretenda obtener mayor ganancia transfiriendo valor y no generándolo no esta actuando éticamente, por lo que no basta con la beneficencia, debe modificar su GRN, entender que esto no solo permitirá relacionarse en el largo plazo con la comunidad y sus clientes, sino que además aporta valor adicional a la empresa, haciéndola crecer de manera sustentable o mantenida en el tiempo. Es momento de mostrar los liderazgos adecuados y ser parte del cambio de paradigma, comprender que en el escenario actual, la demanda por un mundo sustentable, el respeto a los derechos laborales, a los clientes y proveedores son las claves del nuevo ciclo.